Panceta de cerdo estofada con huevos de codorniz (Menos grasa, más carne magra)

Elija un trozo de panceta de cerdo y uno de carne magra. Corte la panceta en cubos de 1.5–2 cm y la carne magra en cubos más pequeños, de la mitad del tamaño de los cubos de panceta (si son muy grandes, la carne magra se pondrá dura).

Debería verse así.

Añada agua fría en una olla, coloque la panceta de cerdo, lleve el agua a ebullición, saque la carne y enjuáguela. Escalde la carne magra durante medio minuto, luego retírela y enjuáguela. Use la misma agua para hervir los huevos de codorniz durante unos 5 minutos hasta que estén cocidos.

Añada un poco de aceite vegetal en la sartén y cocine la panceta hasta que suelte un poco de grasa (porque la panceta que compré estaba bastante grasa, si la suya es más magra, simplemente sofríala ligeramente). La carne magra no necesita ser frita.

En otra olla, caramelice el azúcar de roca (acorté este paso, por eso no hay fotos). Luego añada la carne a la olla y sofríala a fuego bajo durante medio minuto. Agregue cerveza, especias, salsa de soja clara, salsa de soja oscura, ajo, jengibre y setas shiitake, y deje hervir a fuego lento durante más de media hora.

Mientras tanto, pele los huevos de codorniz cocidos y, si lo desea, fríalos hasta que la superficie esté dorada y crujiente (esto los hace más sabrosos, pero es opcional).

Añada los huevos de codorniz a la olla 10 minutos antes de terminar la cocción y déjelos hervir a fuego lento junto con el resto, hasta que el líquido casi se haya evaporado por completo. Revuelva ocasionalmente para reducir la salsa. (Si el color no es lo suficientemente oscuro, añada un poco más de salsa de soja oscura antes de finalizar. Para un sabor más dulce, agregue un poco de azúcar blanco o moreno).