Pan con vino tinto y frutas secas con un sabor duradero

Corta las frutas secas en trozos pequeños y remójalas en vino tinto cocido durante la noche. El vino tinto debe cubrir todos los ingredientes. Después de remojarlas, escurre las frutas y sécalas con papel de cocina.

Mezcla y amasa todos los ingredientes para la masa hasta que obtengas una 'membrana de ventana' (una película de masa delgada y transparente). Divide la masa en 3/4 (parte más grande) y 1/4 (parte más pequeña). Deja que la parte más pequeña repose en un lugar cálido. (Asegúrate de que el vino tinto haya sido cocido durante 3 minutos y se haya enfriado antes de usarlo).

Incorpora uniformemente las frutas secas remojadas a la parte más grande de la masa y deja que también repose en un lugar cálido.

Deja que ambas partes de la masa fermenten bajo una lámina de plástico hasta que dupliquen su tamaño.

Desgasifica la masa para eliminar el aire y divide cada parte en dos porciones.

Estira la parte más pequeña de la masa en una hoja delgada, un poco más grande que la parte más grande, para asegurarte de que pueda envolverla.

Forma la parte más grande de la masa en un círculo y colócala sobre la hoja de masa estirada.

Envuelve la parte más grande de la masa con la hoja delgada de la parte más pequeña y sella bien. Esto evita que las frutas secas se expongan o se caigan.

Coloca la masa envuelta con la unión hacia abajo en una bandeja para hornear. Déjala fermentar en un lugar cálido y húmedo hasta que duplique su tamaño.

Después de la segunda fermentación, espolvorea la masa con harina de trigo con alto contenido de gluten.

Haz cortes en la masa con una cuchilla afilada.

Crea diseños de cortes a tu gusto.

Hornea en un horno precalentado a 200°C (392°F) durante 18-20 minutos.