¿Has oído que los productos horneados sabrosos y deliciosos son raros? | Scones de Queso y Cebollino
Los scones siempre han sido uno de mis pequeños pasteles favoritos. Son extremadamente rápidos de preparar y necesitan solo media hora para salir calientes y frescos del horno. Su sabor también es extraordinario: siempre que sigas la receta paso a paso, la textura será perfectamente desmenuzable y deliciosa. Con una taza de té, se convierten en una parte indispensable de la hora del té por la tarde. Con un vaso de leche, son un desayuno nutritivo. Esa es también la razón por la que amo tanto los scones. Y los scones de hoy son scones salados (muchos de ustedes han pedido productos horneados salados, y estos no los decepcionarán). Los productos horneados sabrosos y deliciosos son realmente raros, y estos son uno de ellos. La combinación de queso y cebollino les da un aroma rico y único, y el nivel perfecto de humedad los hace crujientes por fuera y suaves por dentro; uno podría disfrutar de varias piezas directamente del horno. Dado lo fáciles que son de preparar, ¡deberías darles una oportunidad! 【Scones de Queso y Cebollino】(Rinde 8 piezas)
Ingredientes
Pasos
Primero ablanda el queso crema y la mantequilla (en temperaturas bajas puedes ablandarlos usando un baño María o el microondas. Si usas el microondas, cubre el queso crema para evitar salpicaduras). Con una batidora de mano mezcla la mantequilla ablandada y el queso crema hasta que queden suaves y uniformes.
Añade la leche, el azúcar, la sal y el huevo. Luego mezcla todo con una batidora de mano hasta obtener una masa espesa, como se muestra en la imagen. ☆ Aunque es un producto horneado salado, una pequeña cantidad de azúcar mejora el sabor. Si no deseas azúcar, puedes omitirlo.
Añade el cebollino picado y mézclalo de forma uniforme.
Mezcla la harina para pasteles con el polvo de hornear y tamízalos sobre la mezcla de queso.
Usa una espátula para mezclar ligeramente, solo lo necesario para combinar la harina con la mezcla de queso. No mezcles demasiado. En este punto obtendrás una masa muy húmeda.
Espolvorea tu superficie de trabajo con harina para evitar que la masa se pegue. Coloca la masa sobre la superficie y presiónala con la palma de tu mano hasta tener un grosor de aproximadamente 2 cm. ☆ La masa es bastante pegajosa y blanda, por lo que puedes espolvorear más harina en tus manos para evitar que se adhiera.
Corta la masa en 8 piezas usando un cuchillo.
Coloca las piezas de manera uniforme en una bandeja para hornear forrada con papel vegetal. Pinta la superficie con una capa de huevo batido y hornea en un horno precalentado a 200 °C (calor superior e inferior) durante unos 15 minutos. Hornea hasta que la superficie esté dorada y luego retíralos. Como los hornos pueden variar, ajusta la temperatura y el tiempo según sea necesario.